Amflora Se trata de una patata que ha conseguido modificar el contenido de amilopectina de la fécula siendo transformada con agrobacterium tumefaciens.
Monsanto- Empresa internacional creadora del maiz transgenico, en España este maiz se produce en gran escala
Bast- Empresa alemana creadora de la patata transgénica
Organismo geneticamente modificado (OGM) es aquél cuyo material genético es manipulado en laboratorios donde ha sido diseñado o alterado deliberadamente con el fin de otorgarle alguna característica específica. Comúnmente se los denomina transgénicos y son creados artificialmente en laboratorios por ingenieros genéticos.
viernes, 5 de marzo de 2010
MIGUEL ÁNGEL NÚÑEZ (TRANSGÉNICOS
LA PRINCIPAL RELACION QUE EXISTE ENTRE LA AMFLORA ,Y EL MAÍZ ES QUE TODOS SON ALIMENTOS TRANSGÉNICOS Y EL MONSANTO Y EL BASF SON LAS EMPRESAS QUE MANIPULAN ESOS ALIMENTOS.
La decisión de Alemania fue justificada por su ministra de agricultura, Ilse Aigner, quien en una rueda de prensa afirmó que “existen pruebas suficientes de que el maíz de tipo MON 810 implica un deterioro del medio ambiente que afecta especialmente al ecosistema de mariposas, mariquitas y todo tipo de organismos marinos”. Este tipo de maíz que comercializa Monsanto está autorizado en la Unión Europa desde 1998 y en 2008 llegó a ocupar cerca de 3.600 hectáreas de las tierras cultivadas al este de Alemania. El resto de la UE había prohibido, por riesgos contra el medio ambiente, el cultivo de cualquier tipo de maíz genéticamente modificado. La contradicción saltó poco días después, cuando la ministra Aigner autorizó a la firma alemana Basf el cultivo de la patata transgénica Anflora. Así, desde la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME), a través de su vicepresidente Carlos Ferrer, se preguntaban por esta contradicción que implicaba riesgo ambiental una semana pero no la semana con otro producto y otra empresa.
"Consideramos que la demagogia, las contraprestaciones políticas y usar los transgénicos como moneda de cambio con grupos de presión (por ejemplo, los ecologistas) no parece un argumento de peso a la hora de fundamentar una decisión tan importante y que puede marcar el futuro de la alimentación y de los biocombustibles en nuestro planeta", comentó Ferrer. Por su parte, la ministra española Elena Espinoza comentó a este respecto que "los transgénicos se utilizan en muchas otras disciplinas sin mayor problema (en medicina, por ejemplo), y además en nuestro país todos los OGM que se comercializan vienen avalados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que ha estudiado que son seguros para los consumidores, los animales y para el medio ambiente”. Así, desde la AGMPE valoraron que “las decisiones sobre los OGM no se toman con fundamentos científicos, sino políticos, de intereses o de intercambio de favores y nos parece lamentable”. “Los transgénicos son el futuro, para la alimentación de lugares del planeta donde se pasa hambre, porque pueden consumir menos agua, tienen una reducción importante de fitosanitarios, podemos producir biocombustibles con ellos y están avalados por científicos de todas las disciplinas en el mundo entero y por rigurosos estudios de campo. Creemos que son razones de suficiente peso”, aseguró el vicepresidente de la AGMPE. Las organizaciones contrarias al cultivo de transgénicos piden ahora una reunión con Zapatero para exponerle la necesidad de que se prohíban en todo el territorio español. “España es además el único miembro de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala y, después de que Alemania fuese el sexto país en prohibir de forma oficial su cultivo, está aún más aislada. El cultivo de transgénicos por una minoría no debe poner en jaque toda la agricultura y alimentación. Por sus implicaciones en agricultura, alimentación, medio ambiente, consumo, salud pública, investigación y, cada vez en mayor medida, en la imagen de nuestros productos agrarios en el exterior, los transgénicos son una cuestión de Estado que debe ser asumida por el presidente del Gobierno”, dicen.
La decisión de Alemania fue justificada por su ministra de agricultura, Ilse Aigner, quien en una rueda de prensa afirmó que “existen pruebas suficientes de que el maíz de tipo MON 810 implica un deterioro del medio ambiente que afecta especialmente al ecosistema de mariposas, mariquitas y todo tipo de organismos marinos”. Este tipo de maíz que comercializa Monsanto está autorizado en la Unión Europa desde 1998 y en 2008 llegó a ocupar cerca de 3.600 hectáreas de las tierras cultivadas al este de Alemania. El resto de la UE había prohibido, por riesgos contra el medio ambiente, el cultivo de cualquier tipo de maíz genéticamente modificado. La contradicción saltó poco días después, cuando la ministra Aigner autorizó a la firma alemana Basf el cultivo de la patata transgénica Anflora. Así, desde la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME), a través de su vicepresidente Carlos Ferrer, se preguntaban por esta contradicción que implicaba riesgo ambiental una semana pero no la semana con otro producto y otra empresa.
"Consideramos que la demagogia, las contraprestaciones políticas y usar los transgénicos como moneda de cambio con grupos de presión (por ejemplo, los ecologistas) no parece un argumento de peso a la hora de fundamentar una decisión tan importante y que puede marcar el futuro de la alimentación y de los biocombustibles en nuestro planeta", comentó Ferrer. Por su parte, la ministra española Elena Espinoza comentó a este respecto que "los transgénicos se utilizan en muchas otras disciplinas sin mayor problema (en medicina, por ejemplo), y además en nuestro país todos los OGM que se comercializan vienen avalados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que ha estudiado que son seguros para los consumidores, los animales y para el medio ambiente”. Así, desde la AGMPE valoraron que “las decisiones sobre los OGM no se toman con fundamentos científicos, sino políticos, de intereses o de intercambio de favores y nos parece lamentable”. “Los transgénicos son el futuro, para la alimentación de lugares del planeta donde se pasa hambre, porque pueden consumir menos agua, tienen una reducción importante de fitosanitarios, podemos producir biocombustibles con ellos y están avalados por científicos de todas las disciplinas en el mundo entero y por rigurosos estudios de campo. Creemos que son razones de suficiente peso”, aseguró el vicepresidente de la AGMPE. Las organizaciones contrarias al cultivo de transgénicos piden ahora una reunión con Zapatero para exponerle la necesidad de que se prohíban en todo el territorio español. “España es además el único miembro de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala y, después de que Alemania fuese el sexto país en prohibir de forma oficial su cultivo, está aún más aislada. El cultivo de transgénicos por una minoría no debe poner en jaque toda la agricultura y alimentación. Por sus implicaciones en agricultura, alimentación, medio ambiente, consumo, salud pública, investigación y, cada vez en mayor medida, en la imagen de nuestros productos agrarios en el exterior, los transgénicos son una cuestión de Estado que debe ser asumida por el presidente del Gobierno”, dicen.
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